Uno de los astros de la época dorada del cine mexicano fue el comediante Joaquín Pardavé, quien actuó en cine, televisión y teatro por más de 50 años.
Joaquín fue actor, director, cantante, compositor y guionista, hijo de actores españoles de teatro, nació en Pénjamo, Guanajuato en 1900 durante una gira de sus padres. Obtuvo su primer papel a los 4 años en una obra de teatro y empezó a componer a los 16.
En 1919, mientras vivía en Monterrey trabajando de telegrafista, su tío lo invitó a regresar a la Ciudad de México para actuar en teatro y desde entonces no paró. Su primera aparición en cine fue la peli “Jalisco nunca pierde” y durante su vida participó en 105 cintas, dirigiendo 24 de ellas. También escribió muchas canciones.
Pardavé falleció a los 54 años pero torno a su muerte hubo una historia medio escalofriante: dicen que lo enterraron vivo y que, cuando abrieron su tumba para recuperar el testamento con el que se le enterró, lo encontraron con signos de haber querido abrir el ataúd. Quién sabe de dónde salió esta versión pero sus familiares la han desmentido totalmente.