¿Sabías que en Coahuila se instaló la primera bodega vinícola del continente? Así es, y fue nada más y nada menos que en el hermoso pueblo mágico de Parras de la Fuente, un oasis en el desierto norteño.
Uno de los atractivos más locos de Parras es su iglesia de Santo Madero, construida en la cima del cerro de Sombreretillo, desde donde puedes tener una vista de 360 grados del panorama coahuilense.
A pesar de estar en una zona desértica, Parras tiene una variada vegetación que incluye cipreses, nogales y por supuesto, vid. La primera vez que se elaboró vino aquí fue a finales del siglo XVI en la Misión de Santa María de las Parras, pero actualmente todo se elabora en Casa Madero, fundada en 1597 y desde entonces brindando brandy y vino a todo el país. También existen otras vinícolas como Rivero González, Don Leo y Hacienda de Perote, donde puedes llegar a probar algunos vinos de la región.
Si te gustan las curiosidades puedes visitar el Museo de los Monos, en donde se exhiben muñecos hechos de madera, papel y plástico elaborados por el parrense José Cruz Hernández, que empezó a elaborarlos como espantapájaros y poco a poco empezó a crear más hasta formar esta exposición permanente.
Y si quieres refrescarte, puedes pasar al balneario Estanque de la Luz, en donde las albercas están llenas de agua que viene de los manantiales de la sierra.