Con tonos lúgubres pero temas que te pueden hacer pensar en lo infantil, la obra de David Mirra te deja pensando si lo que viste es parte de un sueño. Y es que David describe su trabajo como dreamscape, paisajes oníricos con realidades fracturadas.
El artista es oriundo de la Ciudad de México pero vive en San Miguel de Allende, una ciudad muy bella en donde, a pesar de ser perfecta para la inspiración y creación, es necesario buscar los recovecos y las paredes desgastadas para evitar caer en lugares comunes.
“El lugar donde vivo tiene un rostro maquillado de foto de revista trendy, pero alrededor surge un segundo rostro más humano y que es característico de la sequedad y aspereza de la vida del Bajío mexicano, con sus mezquitales y sus grandes mareas de espinas empolvadas. Campos de sequía y de cenizas, eso influye mucho mi trabajo y mi camino.”
David nos cuenta que pinta para exteriorizar las voces que le hablan, le gritan o le susurran y como cualquier artista que se respete sabe que el arte es largo y la vida corta, ideas que de alguna forma se traducen en su obra.
“Creo que una vida humana no es suficiente para poder lograr subir las montañas que nos han mostrado.”
Las pinturas de David Mirra son para observar un buen rato, y te dejan en un limbo visual preguntándote: ¿esto lo soñé?
Si te gustó la obra del artista, lo puedes seguir en Instagram: @davidmirra.art