Al sur de Ensenada, sobre la carretera, encontramos un paradero muy singular que te dejará impresionado. Al llegar al mirador de La Bufadora lo primero que te va a llamar la atención es el sonido que el agua hace al romper contra las piedras, de ahí viene el nombre de este lugar, porque pareciera que las olas “bufan”.

Aquí puedes ver uno de nuestros capítulos de la serie Experiencias Increíbles sobre este bello lugar:

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Después de ser salpicado varias veces por el chorro de agua, que llega a alcanzar los 30 metros, puedes tomarte la respectiva foto y disfrutar de algo de comer y beber en los diversos comercios que se encuentran alrededor.

La Bufadora es considerado como un géiser marino porque “escupe” agua, pero el efecto del agua lanzada hacia el aire se da por el oleaje que golpea una cueva. La intensidad del sonido y la altura del chorro de agua dependen de qué tan violenta esté la marea ese día.

Estas aguas le dan la bienvenida cada año a cientos de ballenas grises que vienen a tener a sus crías y existe una leyenda bonita pero triste de cómo se originó este lugar:

Hace miles de años, mientras un grupo de ballenas grises pasaban por la bahía de Ensenada, una de las pequeñas se separó del grupo. Mientras exploraba, la bebé ballena se atoró en una de las rocas de la orilla y para pedir ayuda empezó a lanzar chorros de agua pero nadie la salvó. Se dice que ahí se quedó atorada y que se convirtió en roca, lanzando chorros de agua a todas horas.