El amaranto, el frijol, la chía y el maíz eran los principales componentes de la dieta de los pueblos mexicanos prehispánicos. Mientras que el frijol y el maíz siguen siendo hasta el momento de gran importancia en la cocina mexicana, el amaranto y la chía fueron un poco olvidados.
Sin embargo, de un tiempo para acá, la chía resurgió de las cenizas y ya todo mundo estaba hablando de esta peculiar semilla. México produce casi siete mil toneladas de chía al año. Esta semilla es una de las especies vegetales con mayor concentración de Omega 3, proteína y fibra.
La chía es utilizada principalmente para acompañar nuestras bebidas, como la clásica agua de limón con chía que encontramos en cualquier restaurante o en los puestos de jugos de la calle (al menos en el centro del país). También, extraen su aceite o se muelen para producir harina para elaborar panes y galletas muy sanas.
Actualmente, el principal productor de chía es una empresa de Jalisco llamada Atatic, que exporta cantidades cada vez más grandes a países como Estados Unidos, Japón y varios de Europa.
¿Tú qué uso le das a la chía?