Calakmul es una de esas joyas que, aunque te cuenten, no te la vas creer hasta que estés ahí. Escondida en la Reserva de la Biósfera del mismo nombre, esta gran ciudad maya te ofrece toda una experiencia dentro de la selva.
Para llegar tienes que recorrer 60 kilómetros mientras te vas adentrando primero a un ejido, después a la Reserva y finalmente a la zona arqueológica. Una vez ahí toca la caminata de unos cuantos kilómetros entre sonidos que pueden ser de monos araña o algún ave colorida, si no hay mucha gente puedes sentir que estás en medio de la nada, te preguntas ¿quién llegó hasta aquí y cómo? Cuando de pronto ¡pum! ¡Pirámide gigante!
Calakmul fue una de las ciudades más grandes e importantes de su época —llegó a tener más de 50 mil habitantes— y su nombre significa “dos montículos juntos”, haciendo referencia a sus dos grandes pirámides. Este imperio maya formaba parte del Reino de la Serpiente y gracias a la escritura maya podemos saber que estuvo envuelta en una serie de guerras con la ciudad maya de Tikal por más de un siglo.
Los restos de esta impresionante ciudad maya fueron descubiertos en 1932 pero fue hasta 1982 que empezaron las excavaciones en forma. El sitio cuenta con cinco complejos en torno a la Gran Plaza Central que era el punto de encuentro de fuerzas políticas, religiosas y sociales y que además servía de reloj solar. La ciudad está conectada por sacbés que incluso se extienden hasta 40 kilómetros.
Calakmul es el sitio con más estelas en toda el área maya, tiene 120, además de un juego de pelota y la Gran Acrópolis, donde vivían las clases gobernantes. Dentro de la Acrópolis Norte y en un espacio que ahora solo el Presidente puede acceder, está una muestra muy bien conservada de arte maya, unos murales a color en donde destaca uno con una mujer de vestido azul pasando una olla a otra chica y atrás un hombre bebiendo atole (según la traducción de los glifos que acompañan la imagen).
Desde 2002 este lugar es Patrimonio de la Humanidad y entre sus moradores están los monos araña, osos hormigueros, águilas, tapires y hasta jaguares y ocelotes.
Visitar Calakmul es toda una experiencia, infórmate un poco antes de ir ya que está algo retirado y no hay servicios cercanos, es mejor ir preparado.