El 2 de octubre no se olvida

Ni perdón, ni olvido

Este año se cumplen 50 años desde que el gobierno quiso apaciguar a los estudiantes de la forma más vil. El 2 de octubre no se olvida, porque si se olvida, se repite.

Todo empezó con riñas entre preparatorianos y la intervención e ingreso de granaderos a centros escolares. Esto desató una huelga y una serie de manifestaciones pacíficas de parte de estudiantes de todo el país, pero principalmente de la UNAM e IPN en la capital, que se preparaba para ser la sede de los Juegos Olímpicos.

 

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Tras una serie de manifestaciones acalladas por granaderos, la mayoría de la población apoyaba a los estudiantes, incluso las autoridades escolares se sumaron, pero el gobierno en turno estaba nervioso porque querían dar su mejor cara a la prensa internacional que ya estaba llegando al país.

Las manifestaciones empezaron en julio y para agosto se conformó el Consejo Nacional de Huelga que elaboró un pliego petitorio que exigía la liberación de presos políticos, desaparición del cuerpo de granaderos, destitución de jefes policíacos, derogación del Artículo 145 que regulaba los delitos de disolución social, indemnización a familiares de muertos y heridos, deslindamiento de responsabilidades de funcionarios y establecer diálogo público. Todo esto de forma pacífica.

El gobierno hizo caso omiso al pliego petitorio,  los granaderos y el ejército siguieron acallando protestas.  Lo que empezó como un grupo de estudiantes, ahora era una masa de ciudadanos defendiendo sus derechos de la brutalidad policial.

 

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Todos estos hechos desencadenaron uno de los eventos más vergonzosos de nuestra historia. El 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, se reunieron miles de personas para presenciar un mitin de la CNH.

A las 6:10pm, mientras los oradores hablaban desde uno de los departamentos del edificio Chihuahua, un helicóptero lanzó una bengala sobre la plaza, dando inicio a uno de los episodios más sanguinarios de la historia mexicana moderna. De diferentes departamentos y desde arriba de edificios aledaños empezaron a llover disparos del Batallón Olimpia hacia la multitud desarmada, granaderos con bayonetas y tanques rodeando la plaza impedían que los asistentes salieran de ahí.

Los ciudadanos que estaban en el mitin intentaron escapar y esconderse en los departamentos pero el ejército irrumpió en todos los edificios para capturarlos a todos.

 

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El saldo “oficial” fue de 20 muertos y la noticia pasó casi desapercibida para los medios nacionales. No fue hasta el 2006 que se declaró a Luis Echeverría, Secretario de Gobernación en el 68, como autor intelectual de la matanza pero en 2009 fue absuelto.

Si quieres conocer más sobre el movimiento estudiantil del 68, puedes visitar la página A 50 del 68 donde se recolectan las noticias y testimonios que dieron lugar a esta tragedia nacional.