Las orquídeas parecen flores de otro planeta, coloridas y de formas extravagantes, crecen en todo el mundo a excepción de los desiertos y los polos y encontraron en México el hogar perfecto.

Los aztecas y mayas cultivaban estas flores desde hace cientos de años, teniendo como favorita a la vainilla, endémica del país y la única con valor culinario. Los aristócratas aztecas cultivaban orquídeas en sus jardines, las usaban como medicina e incluso había una especie con la que hacían tortillas (la receta está perdida 🙁 ).

En México existen unas 1,300 especies de orquídeas y la mayoría se cultiva del centro para abajo, sobre todo en Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla y Veracruz. Sus climas favoritos son los bosques de niebla y las selvas tropicales húmedas del sur, con alturas sobre los 900 metros sobre el nivel del mar.

A pesar de que se ven como flores exóticas, las orquídeas son parte de una de las familias más prósperas del planeta: hay más tipos de orquídeas que de aves, mamíferos y reptiles, unas 25 mil especies.

Las orquídeas en nuestro país son consideradas patrimonio natural y algunas especies están en peligro de extinción por la destrucción de sus hábitats. Además, debido a la belleza y extravagancia de estas flores algunas son retiradas de sus entornos naturales para ser vendidas de forma ilegal.

Si te interesan estas plantas en México existe la Asociación Mexicana de Orquideología, una organización en pro de esta planta que realiza juntas mensuales y talleres relacionados a esta hermosa flor.