Los yaquis son un pueblo indígena originario del estado de Sonora, a orillas de río Yaqui, que se ha caracterizado por su historia de rebeldía y resistencia por la defensa de su cultura, sus tierras y su autonomía.
Los yaquis se llaman a sí mismos yoreme, “gente”, y hablan cáhita, un idioma de la familia uto-azteca compuesto por tres lenguas: mayo, yaqui y tehueco. Viven en ocho pueblos de cuatro municipios sonorenses: Loma de Guamúchil, Loma de Bacúm, Tórim, Vicam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem, pero hay colonias en Hermosillo y otros centros urbanos.
Desde el primer contacto con españoles, la reacción de esta tribu fue violenta y a los extranjeros se les empieza a denominar yoris, los que no respetan las leyes tradicionales. A pesar de ello en 1610, los yaquis les ofrecen paz.
En 1617 llegan los misioneros jesuitas, quienes fueron los que dividieron la tribu en ocho pueblos e introdujeron la ganadería, cultivos europeos, mejores técnicas de siembra y claro, la evangelización, la cual fue sorprendentemente bien recibida y hasta el momento se mantiene un sincretismo de creencias ancestrales y cristianas.
Los yaquis no participan en la Independencia de México porque ellos ya se consideraban como una nación independiente. Para 1900 se da la Guerra del Yaqui, esfuerzos por parte del gobierno para apoderarse de sus tierras. Los yaquis dieron batalla pero al final mueren cientos de ellos en la Batalla de Mazocoba y el ejército toma a más de 300 mujeres y niños prisioneros.
A partir de este momento, Porfirio Díaz ordena una deportación masiva a Yucatán, en donde miles de familias yaquis son enviadas a trabajar en las haciendas de henequén en condiciones deplorables, pero eventualmente, los que pueden, regresan a sus tierras.
En donde sí participaron fue en la Revolución Mexicana, bajo la promesa de la devolución de sus territorios, cosa que no pasó y que ocasionó levantamientos armados por varios años más hasta que Lázaro Cárdenas otorga un acuerdo cediendo una porción de su territorio histórico a los yaquis.
Actualmente las tradiciones yaquis siguen más que vivas, seguramente has visto la Danza del Venado. Cada año realizan su festividad más grande durante Semana Santa y Cuaresma, celebrando con vestimentas y danzas tradicionales.
¡La lucha sigue!