Al norte del estado de Guanajuato se encuentra un pequeño pueblo semi desolado, un lugar donde la minería se instaló pero que con el tiempo quedó abandonada hasta convertirse en un pueblo fantasma, con leyendas, minas en ruinas y noches llenas de estrellas.

Mineral de Pozos es un pueblo mágico que tuvo su auge a finales del siglo XVIII y principios del XIX y llegó a ser considerado como la comunidad minera más importante de la región hasta que, según las leyendas, llegó una maldición al pueblo. Las minas se inundaron, así que las compañías se retiraron y la gente tuvo que irse a otro lugar.

En los años 80 se empezó a rescatar el pueblo del olvido, se han filmado varias películas y ahora cada año, en julio, se realiza el Festival de la Toltequidad para celebrar nuestra herencia indígena. En Mineral de Pozos también es de los pocos lugares en donde puedes encontrar colonche, un fermentado de tuna roja y si te gusta explorar, las grandes minas abandonadas son ideales, pero con cuidado, porque todavía hay algunos tiros abiertos.