“Siempre tuve claro que era vital para mí expresarme a través del color y la forma”
El movimiento cultural de Guadalajara ha ido floreciendo progresivamente y hoy en día es uno de los más fuertes del país. Actualmente, esta ciudad jalisciense es hogar de miles de artistas independientes que buscan expresarse y generar convivencia entre los diferentes ecosistemas de la escena plástica local.
La artista Patricia Jarero forma parte de esta gran escena, su trabajo aborda la relación entre la persona y el entorno que lo rodea, sumado a su respectiva estética particular.
“Mi obra consiste en expresar mis emociones como respuesta a mi entorno transformadas en pintura. Mi especialidad es el óleo.”
La pintura fue un gusto adquirido desde la niñez, y como la necesidad de expresión siempre encuentra su canal creativo, el de Patricia fue un lienzo en blanco, pintura y un pincel.
“Me he dedicado a la pintura desde muy niña, siempre tuve claro que era vital para mí expresarme a través del color y la forma, cada etapa de mi vida, cada emoción, cada discurso interior, tengo la necesidad de documentarla, plasmarla, transformarla en una pintura.”
Una de las múltiples ventajas del arte es la libertad que te ofrece al momento de crear, en el arte no existen los límites. Este proceso sirve como catarsis para sobrellevar las experiencias de la vida cotidiana y, de alguna forma, liberarlas o aprehenderlas.
“Me gusta tener libertad para expresar en cada momento lo que va surgiendo en mi camino, es una necesidad propia ponerlo sobre una tela como parte del proceso que requiero para integrar las experiencias.”
En una ciudad cosmopolita e ícono de México como lo es Guadalajara donde se encuentran elementos clave que dan identidad a nuestro país, encontrar inspiración no pareciera ser un problema, la descubres en cada esquina y bajo cada piedra, aunque a veces la iluminación viene desde adentro.
“Mi mayor inspiración para seguirlo haciendo es la necesidad de seguir viviendo.”