“Mi obra es la búsqueda de mí mismo…”

Roberto Ramos

La Ciudad de México y su zona metropolitana nunca para. Es la región del país donde circula el gremio más grande de artistas y donde existe la mayor de cantidad de festivales y espacios independientes. La mera meca del movimiento artístico mexicano.

Dentro de todo este barullo, nos encontramos con Roberto Ramos, un joven pintor de 30 años, nacido en Azcapotzalco, Ciudad de México pero actual residente de la tierra de nadie, calificado por algunos como “el municipio más peligroso de México”, Ecatepec, Estado de México.

No todo es negativo, para los artistas como Roberto, vivir en un lugar como este genera inspiración, porque hay que aprovechar todo lo que de alguna u otra forma nos ayude a crear ¿no? “De lo malo, lo bueno”, como dicen por ahí.

“El lugar donde vivo ha influido en mi obra de gran manera […] Artísticamente el lugar donde vivo es una representación de la realidad de nuestra sociedad mexicana sin filtros, la basura, los monumentos olvidados, la sangre derramada en las calles y los ejércitos de trabajadores que salen de día y regresan de noche son realmente una inspiración artística que siempre me gusta hacer notar.”

Esos golpes de realidad son inspiradores pero otra cosa que también lo es y que Roberto disfruta pintar son: las mujeres. Entre sus obras, la mayoría realizadas con la técnica de óleo sobre lienzo, podemos ver mucho la figura femenina en todas sus formas y situaciones.

“Mi mayor inspiración es lo más bello que existe para mi, la mujer y el motivo para; es que aún con los mayores adelantos tecnológicos y con todas las distracciones que existen aún ningún ordenador puede crear arte y ningún objeto de fabricación industrial cuenta con la belleza de una obra de arte.”

Roberto supo desde niño que quería ser pintor, era su sueño, pero la realidad nunca es tan linda como la imaginamos de pequeños. Cuántos de nosotros no hemos escuchado infinidad de veces “Los artistas se mueren de hambre” ¿Cómo quitarse eso de la cabeza?

“El dedicarme a esto ha sido siempre desde mi niñez un sueño, aunque por diferentes motivos nunca pude dedicarme a ello antes, pasé por diferentes empleos y estudié una carrera totalmente distinta, nunca pude sentirme plenamente ningún lugar como me siento haciendo mi trabajo artístico, dedicarme a esto ha nacido de la necesidad de encontrarme y de sentirme libre y pleno haciendo lo que me enorgullece hacer.”

Al final de cuentas todo tiene un motivo de ser y para Roberto, encontrarse a sí mismo en sus obras es la gasolina que echa andar su motor creativo. Además, tratar de influenciar a los demás y enseñarles a apreciar, no solo su obra, si no la de todos, es algo que también lo mueve.

“Mi obra es la búsqueda de mí mismo, creo que todos los artistas buscan encontrarse en su obra así mismo la experimentación con técnicas y colores hacen que mi obra se encuentre en movimiento todo el tiempo.

Con mi obra me gustaría hacer comprender a la sociedad la pureza de una bella obra de arte, que no dependa del material con el que se haga ni de la galería donde esté en muestra, quisiera la belleza de un arte que se pueda encontrar en el callejón más oscuro de una ciudad como la nuestra.”