Después de estas épocas de despilfarro, regalos innecesarios y mucha basura, les traemos una recomendación de una peli que retrata la otra cara de la moneda; los niños de la calle.
Hablamos de “Los Olvidados”, de Luis Buñuel, una película filmada en un tiempo récord de 21 días, cuyos personajes estelares eran puros chavitos casi desconocidos. Era 1950 en la Ciudad de México y se filmó en Nonoalco, hoy la unidad habitacional Tlatelolco. Su nombre original era “La Manzana Podrida”.
El filme no fue bien recibido en el país, solo estuvo tres días en cartelera y todos odiaban a Buñuel, sobre todo las clases altas, viendo ahora una realidad muy diferente a la suya pero presente en todos lados.
A diferencia del hitazo de “Nosotros los pobres”, que más bien buscaba provocar lástima y tenía un reparto muy guapetón, “Los Olvidados” retrató una realidad ¡real! y de una forma muy cruda.
El productor quería eliminar muchos detalles “inmorales”; Jorge Negrete, líder del Sindicato de Actores, quería evitar su grabación y una peinadora renunció en una escena donde una madre le niega la comida a su hijo. Incluso la “Liga de la Decencia” (sí existió, no es broma) intentó expulsar al director del país.
De nuevo, era 1950, así que mucho de lo que aparece en la peli eran cosas de las que no se hablaba. Finalmente, la cinta fue muy bien recibida en el resto del mundo y Buñuel se llevó el premio de Mejor Director en el Festival de Cannes de 1951.
Te dejo con este fragmento de un texto de Octavio Paz sobre la peli:
“Los Olvidados es algo más que un filme realista. El sueño, el deseo, el horror, el delirio, el azar, la porción nocturna de la vida, también tiene su parte. Y el peso de la realidad que nos muestra es de tal modo atroz, que acaba por parecernos imposible, insoportable. Y así es: la realidad es insoportable; y por eso, porque no la soporta, el hombre mata y muere, ama y crea.”