No puedes ir a Tulum sin visitar la zona arqueológica del mismo nombre en donde, además de aprender sobre la cultura que se desarrollaba en estas zonas hace cientos de años, te puedes refrescar en las aguas por donde llegaban los navegantes.
El nombre original de este importante puerto maya era Zamá, que significa “amanecer” y la ciudad estaba amurallada y se piensa que pudo haber sido un centro de culto para el llamado “dios descendente”.
La construcción de la ciudad está basada en los cuatro puntos cardinales, representando un cuadrilátero ordenado, hecho para dioses y hombres. En cada esquina había un balame protector, o guardián del pueblo.
En un acantilado frente al mar se ubica el edificio llamado “El Castillo”, desde donde podían visualizar las rutas que podrían tomar sin golpearse con el arrecife que está enfrente, además de que cumplía las veces de faro iluminando sus ventanas ya sea con luz natural o antorchas.
Otro edificio importante en el sitio es el Templo de los Frescos, en donde todavía se conservan partes de pinturas murales que retratan a una serie de seres sobrenaturales . También podemos encontrar el Tempo del Dios del Viento, con un basamento circular, y varios palacios conectados por una calzada.
¿Ya fuiste a Tulum?