Los chicles son de los dulces más populares en todo el mundo pero, ¿sabías que viene de un árbol? ¿y sabías que este árbol es originario de México?

Hoy en día la mayoría de los chicles comerciales se hacen de un derivado del plástico (¡aguas!), pero anteriormente esta golosina era extraída del árbol del chicle, muy popular entre los antiguos mexicanos, sobre todo los mayas, ya que los árboles gustan de climas tropicales húmedos, justo como los que hay en la costa del Golfo del Pacífico y en la península yucateca.

Si bien en la antigua Grecia y Egipto ya existía la costumbre de mascar resinas de árboles, no fue sino hasta que un norteamericano pensó en endulzar esta resina que surgió el chicle como todos lo conocemos.

El chicle es la savia del árbol de chicozapote y su nombre viene del náhuatl “tzictli“. La costumbre de masticar chicle viene de los mayas y su proceso de extracción aún sigue vigente.

Los árboles de chicle viven hasta 300 años, pero hay que dejarlos descansar de 5 a 7 cada que se extrae la savia. Cada cosecha rinde de tres a cinco kilos de chicle.

Hay pocos lugares en donde puedes encontrar este producto, sobre todo en la península maya, así que si lo ves por ahí no dudes en probarlo, recuerda que también estarás apoyando a los habitantes de la zona.