El estado de Puebla es famoso por su deliciosa gastronomía: mole poblano, cemitas, chalupas… pero hay un platillo que destaca por su originalidad y encanto: los chiles en nogada.

Se dice que a finales de agosto de 1821, Agustín Iturbide y el Ejército Trigarante pasaron por Puebla rumbo a la Ciudad de México, las monjas del convento de Santa Mónica decidieron celebrar el santo del general y claro, la reciente Independencia, con un platillo muy original.

Las monjas aprovecharon los productos de temporada como la granada y la nuez de Castilla (que sólo se dan de finales de julio a septiembre) para preparar un platillo que llevara los colores del ejército: verde, blanco y rojo. Lo lograron y hoy en día los chiles en nogada son uno de los platillos poblanos por excelencia.

Hay muchas variaciones de la receta, pero básicamente es un chile poblano asado y pelado relleno de un picadillo de carne de cerdo con jitomate, cebolla, frutas como manzana, plátrano, pera y durazno; nueces, almendras, piñones y especias. El chile se capea y después se baña con la nogada, una salsa de nueces de Castilla frescas, queso fresco, vino de Jerez y para adornar: granadas y perejil, ¡listo para disfrutar!

Los chiles en nogada sólo los puedes encontrar de agosto a septiembre, así que aprovecha que todavía es temporada para degustar este delicioso platillo, sino, tendrás que esperar hasta el siguiente año.