Hay que agradecer a las monjas poblanas por muchos de los inventos culinarios más chidos del país. Una de las bebidas que se sacaron de la manga y que se ha convertido hasta en un sabor para muchas cosas es precisamente el rompope.
Como digestivo o para darle sabor a los pasteles, gelatinas y nieves, el rompope es una bebida típica mexicana que se prepara con yemas de huevo, vainilla, canela, almendra molida, leche, azúcar, fécula de maíz y licor.
Su invención se les atribuye a las monjas Clarisas en Puebla pero también se dice que fue en Colima donde lo hicieron primero. En un principio el rompope lo preparaban las monjas para sus invitados importantes pero ellas nunca lo probaban.
Eventualmente esta bebida se hizo tan popular que en los conventos lo empezaron a vender pero la receta original sigue resguardada en los conventos poblanos.