Escondido en los cenotes y cuevas del Mayab se encuentra un pajarito colorido que habita casi exclusivamente en las selvas sur de México y Centroamérica: el momoto, o como le dicen en su casa, el pájaro Toh. También se le conoce como Mot mot o pájaro reloj, por su singular cola.

El pájaro Toh tiene un plumaje verde, azul y turquesa, con tonos verde oliva y negros y una cola que llama la atención por tener una parte desnuda. Vive en lugares oscuros, casi siempre en los cenotes, listo para cazar a sus presas: mosquitos, lagartijas y pequeños insectos, por eso se dice que si escuchas el canto de un Toh, seguro hay un cenote cerca.

Cuenta la leyenda que el pájaro Toh vivía en la selva con los demás pájaros y animales, admirado por su plumaje pero con actitud engreída. Un día que se acercaba una gran tormenta, todos los pájaros empezaron a construir un refugio y alimento para pasar la tormenta, pero como el Toh no quería ayudar se fue a esconder a una grieta. Ahí se quedó dormido, sin darse cuenta de que su cola quedaba fuera del escondite, justo por donde pasaban todos.

Al día siguiente, salió del escondite para reunirse con los demás a celebrar que pasaba la tormenta, pero al llegar a su habitual lugar en el tope, todos se empezaron a reír de su cola maltrecha: ¡ahora su hermosa cola tenía un parche sin plumas! El Toh, apenado por sus actitudes y el resultado de ellas, se fue a las cavernas y las hizo su hogar, resguardando las cuevas que dan a Xibalbá.