Romper la piñata es una tradición súper mexicana, ¿no? Sí, lo es, pero la idea de la piñata como tal no se originó en nuestro país. Aquí te contamos de dónde viene y cómo se volvió tan mexicana.
El origen de las piñatas se remonta a China, en donde las hacían en forma de bueyes y vacas con semillas adentro y las rompían para celebrar el año nuevo. En sus viajes, Marco Polo las encontró y las llevó a Italia, en donde les dieron el nombre de pignatta y las llenaron de joyas para entretenimiento de los nobles.
De aquí pasaron a España, en donde se celebraba el “domingo de piñata” después del miércoles de ceniza y en donde las empezaron a llenar de dulces. Con la conquista, las piñatas inevitablemente llegaron a México, en donde fueron utilizadas como herramienta de evangelización.
Pero en México ya se conocía una versión de la piñata: para celebrar el nacimiento de Huitzilopochtli (el 21 de diciembre), los mexicas rompían un recipiente de barro adornado con plumas que incluía pequeños tesoros que caían a los pies de su deidad. También los mayas tenían un juego llamado Pa’p’uul, “rompe el cántaro”, en donde los niños tenían que buscar cántaros de barro adornados y romperlos para encontrar la sorpresa que casi siempre eran animalitos silvestres.
Aprovechando la tradición mexica y la cercanía de la Navidad con las celebraciones del nacimiento de Huitzilopochtli y el solsticio de invierno, los españoles hicieron un campechano de tradiciones e introdujeron la piñata de picos que todos conocemos durante las primeras posadas, en Acolman, Estado de México.
Los elementos de la piñata tradicional son:
- Los siete picos, que simbolizan los siete pecados capitales
- Los colores brillantes, representan las vanidades y las tentaciones
- La venda en los ojos, representa la fe ciega en dios
- El palo, que simula la fuerza para vencer el mal
- Los contenidos de la piñata, las bendiciones por haber vencido el pecado
Además, antes se le daba 33 vueltas al que le iba a pegar, simbolizando los años que vivió Jesús, ¡qué mareadota!
Hoy en día la mayoría son hechas de cartón y el mexicano ha aprovechado su creatividad para hacerlas de todas las formas, tamaños y colores hasta convertir la piñata en un símbolo de nuestra cultura alrededor del mundo.
¡Y tu tiempo se acabó!