El postre sonorense por excelencia son las coyotas, esas galletotas con relleno dulce que son una pieza emblemática de Sonora desde hace más de cincuenta años, ¿las has probado?
Las coyotas fueron inventadas en Villa de Seris, hoy parte de Hermosillo, en los 50s de manos de doña María. Mientras horneaba pan, una de sus vecinas, esposa de un militar español, le pasó la receta de este manjar relleno y doña María lo perfeccionó hasta dar con las famosas coyotas de piloncillo que se popularizaron en todo el estado y aledaños.
La receta original es una tortilla gruesa de harina de trigo rellena de piloncillo, pero con el tiempo y la creatividad mexicana han ido introduciendo nuevos sabores como guayaba, piña, cajeta, nuez, jamoncillo e incluso nieve.
Pero ¿por qué coyotas? A los hijos de españoles e indígenas mexicanos se les llamaba coyotes y estas delicias, por ser mestizas, eran coyotas. Otra versión dice que en la calle eran unas niñas quienes salían a venderlas y al verlas la gente decía “ahí vienen las coyotas”, niñas mestizas.
¿Cuáles son tus favoritas?