Xochicalco significa “En el lugar de la casa de las flores” y se encuentra en Morelos, en el municipio de Miacatlán. Constituyó uno de los centros ceremoniales y de observación astronómica más importantes en la región mesoamericana y se dice que aquí surgió el culto al Quetzalcóatl humanizado.
Este lugar tuvo su apogeo después de la caída de Tenochtitlán y albergó los poderes político y económico por unos 200 años, pero por allá del año 1100 fue abandonado debido a rebeliones internas.
La ciudad está construida en la cima de varios cerros cuya geografía fue utilizada de forma muy interesante, se cree que la ciudad estaba amurallada, cavaron fosas en donde podían observar el movimiento solar, además de terrazas artificiales y claro, construcciones elevadas.
El sitio cuenta con una Plaza Central con edificios a los lados y al fondo la Gran Pirámide; hay un conjunto habitacional llamado El Palacio, la Pirámide de las Serpientes Emplumadas, que está decorada con relieves: la Acrópolis, el Templo de la Estelas, y tres juegos de pelota, además de un temazcal —el más grande de Mesoamérica— y un observatorio. Además, contaban con una cisterna para almacenar agua de lluvia y un elaborado sistema de drenaje.
Por su ubicación, Xochicalco era un punto de reunión entre culturas y alrededor del año 745 hubo una reunión de astrónomos mayas, zapotecas, toltecas y nahuas en donde se presenció un eclipse total de sol y a partir de este se unificaron y ajustaron calendarios para fines agrícolas, dejando sólo el calendario nahua a base de puntos.